La receta es muy fácil, y tiene unos colores la mar de bonitos. Ahora es tiempo de espinacas, ¿no? Además, las vieiras las encontramos congeladas en Alemania, al igual que el salmón, y no están nada mal, así que por lo menos nos quita el mono de pescado.
La primera vez que vi esta receta fue en Lazy Blog, la segunda fue en la Cocina de Angie. Y ésta no es ni exactamente la una ni la otra.
Ingredientes
- 300 g espinacas
- 2 - 3 dientes de ajo
- 6 - 10 vieiras
- gambas / langostinos (variante), al gusto
- 2 filetes de salmón
- caldo de pescado, caliente (el doble de volumen que de arroz, o según el arroz)
- 1 chorro de oloroso
- 1 puerro pequeño, cortado en láminas finas
- 1/2 cebolla mediana
En la receta original la cantidad de espinacas es menor. A mí no me ha molestado ponerles más, y como en mi súper de aquí las bolsas de espinacas frescas son de 300g,... pues eso. Mi caldo de pescado en sus mejores momentos consiste en el agua resultante de hervir las cáscaras de las gambas, en los peores es del instantáneo. En España se puede hacer algo más en condiciones.
Lo primero es poner a refreír los ajos con un poco de aceite de oliva a fuego medio-fuerte, en una paellera o sartén grande. Cuando se doren un poco se incorporan las espinacas, si son frescas ocupan mucho y habrá que añadirlas en dos tandas. Tras poco tiempo (unos 5 min) se retiran y se pasan por la batidora. Resulta una crema verde brillante, muy suave.
En la misma sartén se añade algo más de aceite si hiciese falta y se pone el puerro con la cebolla a fuego medio. Cuando esté doradito y tierno se añade el arroz en crudo, removiendo para mezclar. Añadir la crema de espinacas y medio vaso de oloroso (o al gusto) y dejar evaporar. En este momento le añadimos la sal. Incorporar el caldo de pescado caliente, el doble de agua que de arroz.
En mi caso, voy incorporando el caldo según lo va necesitando (básicamente porque con el arroz de aquí no me fío, y porque no he visto que salga peor por hacerlo así). Además, me permito (sacrilegio!!!) mover el arroz a veces para asegurarme de que se hace bien por todos sitios.
Cuando el arroz esté en su punto, apartar del fuego y tapar con un paño limpio. Mientras reposa, hacer el pescado a fuego fuerte (aprovechar el calor de la vitro, que hay que ahorrar energía): el salmón, las vieiras y/o las gambas de plancha / los langostinos. Servir el arroz con el pescado a la plancha por encima.
Ayer lo hicimos con gambas arroceras y un filete de atún fresco (gracias mamá) que estaba para matarse. ¡Importante tener la botella fresquita de vino blanco lista en la mesa al servir!
En las recetas que mencionaba lo hacen con vino blanco normal, yo le he cogido el gusto al oloroso. En una de las dos le echan parmesano y lo cuecen como a un risotto - nosotros nos hemos decantado por la técnica made in spain.
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