El otro día fui a correos a recoger el sobre certificado en el que nuestras santas autoridades me mandaban los papeles para poder votar. Por supuesto, llegaban tarde, aunque al menos antes de el día de las elecciones (bueno, no me quejo que al final con el tema de que alargaron el plazo sí que pude votar - aunque no haya servido de mucho).
En cualquier caso, cuando salía de correos ya iba yo pensando que había ido hasta allí en balde cuando me tropecé con uno de los puestos de fruta y verdura de la Rotkreuzplatz, y de paso, con unas setas la mar de bonitas. Cuando le pregunté a la señora que qué eran, me dijo que eran una mezcla de setas ostra y setas piedra (Austernpilze / Steinpilze), éstas últimas son parientas cercanas de las boletus, y si no, al menos se le parecen mucho.
Al caso, que como teníamos presa ibérica cortesía de la mamá en casa, pues las compré para acompañar.
Mira qué bonitas que son:
Hoy leyendo Gastronomía&Cía me he enterado de que lo mismo no son tan exóticas, y de que el resto del mundo mundial hispanoparlante las conoce como setas de cardo. Cosas que aprende una a los 30. (Nota - después de una búsqueda en Google, no estoy nada convencida de que lo sean. Así que me quedo con mi nombre. Setas bonitas. Además, un cardo no es bonito. En mi clase a las feas las llamaban "cardo borriquero" o "cardo" para acortar)
Pero vamos, que se llamen como se llamen están de muerte. Te las cortas en rodajas gordas (+1cm), las pones a la plancha con aceitito de oliva güeno, a fuego fuertote, y las doras por los dos lados. De acompañamiento de unos filetitos de presa, o así de entrada, como te venga. Con unas lasquitas de parmesano por encima, como las ponían en G&C, tampoco tienen que estar mal. Nosotros nos limitamos a la flor de sal, porque somos unos sibaritas y queríamos apreciar el sabor en estado puro =)
sábado, 26 de noviembre de 2011
viernes, 18 de noviembre de 2011
Arroz verde con vieiras
Esta receta se la dedico a la mama... le he dicho que la pruebe unas cuantas veces y no me ha hecho ni caso, pero al parece la semana pasada el pescadero del súper le recomendó algo parecido, ¡y a ése sí que le escucha! ¡Tendré que pasarme a conocer al susodicho pescadero la próxima vez que esté por Cádiz!
La receta es muy fácil, y tiene unos colores la mar de bonitos. Ahora es tiempo de espinacas, ¿no? Además, las vieiras las encontramos congeladas en Alemania, al igual que el salmón, y no están nada mal, así que por lo menos nos quita el mono de pescado.
La primera vez que vi esta receta fue en Lazy Blog, la segunda fue en la Cocina de Angie. Y ésta no es ni exactamente la una ni la otra.
Ingredientes
En la receta original la cantidad de espinacas es menor. A mí no me ha molestado ponerles más, y como en mi súper de aquí las bolsas de espinacas frescas son de 300g,... pues eso. Mi caldo de pescado en sus mejores momentos consiste en el agua resultante de hervir las cáscaras de las gambas, en los peores es del instantáneo. En España se puede hacer algo más en condiciones.
Lo primero es poner a refreír los ajos con un poco de aceite de oliva a fuego medio-fuerte, en una paellera o sartén grande. Cuando se doren un poco se incorporan las espinacas, si son frescas ocupan mucho y habrá que añadirlas en dos tandas. Tras poco tiempo (unos 5 min) se retiran y se pasan por la batidora. Resulta una crema verde brillante, muy suave.
En la misma sartén se añade algo más de aceite si hiciese falta y se pone el puerro con la cebolla a fuego medio. Cuando esté doradito y tierno se añade el arroz en crudo, removiendo para mezclar. Añadir la crema de espinacas y medio vaso de oloroso (o al gusto) y dejar evaporar. En este momento le añadimos la sal. Incorporar el caldo de pescado caliente, el doble de agua que de arroz.
En mi caso, voy incorporando el caldo según lo va necesitando (básicamente porque con el arroz de aquí no me fío, y porque no he visto que salga peor por hacerlo así). Además, me permito (sacrilegio!!!) mover el arroz a veces para asegurarme de que se hace bien por todos sitios.
Cuando el arroz esté en su punto, apartar del fuego y tapar con un paño limpio. Mientras reposa, hacer el pescado a fuego fuerte (aprovechar el calor de la vitro, que hay que ahorrar energía): el salmón, las vieiras y/o las gambas de plancha / los langostinos. Servir el arroz con el pescado a la plancha por encima.
Ayer lo hicimos con gambas arroceras y un filete de atún fresco (gracias mamá) que estaba para matarse. ¡Importante tener la botella fresquita de vino blanco lista en la mesa al servir!
En las recetas que mencionaba lo hacen con vino blanco normal, yo le he cogido el gusto al oloroso. En una de las dos le echan parmesano y lo cuecen como a un risotto - nosotros nos hemos decantado por la técnica made in spain.
La receta es muy fácil, y tiene unos colores la mar de bonitos. Ahora es tiempo de espinacas, ¿no? Además, las vieiras las encontramos congeladas en Alemania, al igual que el salmón, y no están nada mal, así que por lo menos nos quita el mono de pescado.
La primera vez que vi esta receta fue en Lazy Blog, la segunda fue en la Cocina de Angie. Y ésta no es ni exactamente la una ni la otra.
Ingredientes
- 300 g espinacas
- 2 - 3 dientes de ajo
- 6 - 10 vieiras
- gambas / langostinos (variante), al gusto
- 2 filetes de salmón
- caldo de pescado, caliente (el doble de volumen que de arroz, o según el arroz)
- 1 chorro de oloroso
- 1 puerro pequeño, cortado en láminas finas
- 1/2 cebolla mediana
En la receta original la cantidad de espinacas es menor. A mí no me ha molestado ponerles más, y como en mi súper de aquí las bolsas de espinacas frescas son de 300g,... pues eso. Mi caldo de pescado en sus mejores momentos consiste en el agua resultante de hervir las cáscaras de las gambas, en los peores es del instantáneo. En España se puede hacer algo más en condiciones.
Lo primero es poner a refreír los ajos con un poco de aceite de oliva a fuego medio-fuerte, en una paellera o sartén grande. Cuando se doren un poco se incorporan las espinacas, si son frescas ocupan mucho y habrá que añadirlas en dos tandas. Tras poco tiempo (unos 5 min) se retiran y se pasan por la batidora. Resulta una crema verde brillante, muy suave.
En la misma sartén se añade algo más de aceite si hiciese falta y se pone el puerro con la cebolla a fuego medio. Cuando esté doradito y tierno se añade el arroz en crudo, removiendo para mezclar. Añadir la crema de espinacas y medio vaso de oloroso (o al gusto) y dejar evaporar. En este momento le añadimos la sal. Incorporar el caldo de pescado caliente, el doble de agua que de arroz.
En mi caso, voy incorporando el caldo según lo va necesitando (básicamente porque con el arroz de aquí no me fío, y porque no he visto que salga peor por hacerlo así). Además, me permito (sacrilegio!!!) mover el arroz a veces para asegurarme de que se hace bien por todos sitios.
Cuando el arroz esté en su punto, apartar del fuego y tapar con un paño limpio. Mientras reposa, hacer el pescado a fuego fuerte (aprovechar el calor de la vitro, que hay que ahorrar energía): el salmón, las vieiras y/o las gambas de plancha / los langostinos. Servir el arroz con el pescado a la plancha por encima.
Ayer lo hicimos con gambas arroceras y un filete de atún fresco (gracias mamá) que estaba para matarse. ¡Importante tener la botella fresquita de vino blanco lista en la mesa al servir!
En las recetas que mencionaba lo hacen con vino blanco normal, yo le he cogido el gusto al oloroso. En una de las dos le echan parmesano y lo cuecen como a un risotto - nosotros nos hemos decantado por la técnica made in spain.
sábado, 24 de septiembre de 2011
Los últimos tomates
Un último post antes de irnos de vacaciones!
Éstos son los últimos tomates / el último pepino de este verano :)
Este año los pimientos de padrón no se nos han dado muy bien, pero los pocos que hemos tenido también estaban buenísimos! Hala, todo el mundo a plantar tomates! Abajo la verdura insípida del supermercado!
Éstos son los últimos tomates / el último pepino de este verano :)
Este año los pimientos de padrón no se nos han dado muy bien, pero los pocos que hemos tenido también estaban buenísimos! Hala, todo el mundo a plantar tomates! Abajo la verdura insípida del supermercado!
domingo, 11 de septiembre de 2011
Hummus
Desde que, cuando vivía en el puerto, probé el hummus en el restaurante libanés que ahora está cerca de la ribera del marisco, no he dejado de comerlo. Me encantan los platos que tienen regustín a tierra.
Aquí en Alemania compramos el pan para acompañar en tiendas turcas, la verdad es que no sé ni como se llama. Viene a ser un pita aplastado, muy fino, y mucho más grande, y al menos yo no lo relleno. Lo solemos poner cortado como si fuese una pizza (así lo ponían también en el restaurante libanés si no recuerdo mal), según como nos dé le ponemos aceite de oliva por encima y pimentón dulce o comino molido.
El hummus es facilísimo de hacer y está mucho mejor que el que venden preparado, además de aguantar varios días en la nevera.
El único ingrediente raro es la tahina, que es pasta de semillas de sésamo. Aquí la venden en todas las tiendas turcas e incluso en el supermercado :-)
Atención, importante!!!! este plato requiere que pienses el día anterior (que no el día de la preparación, que para eso es bien fácil) -> hay que poner los garbanzos en agua!!!
Aquí en Alemania compramos el pan para acompañar en tiendas turcas, la verdad es que no sé ni como se llama. Viene a ser un pita aplastado, muy fino, y mucho más grande, y al menos yo no lo relleno. Lo solemos poner cortado como si fuese una pizza (así lo ponían también en el restaurante libanés si no recuerdo mal), según como nos dé le ponemos aceite de oliva por encima y pimentón dulce o comino molido.
El hummus es facilísimo de hacer y está mucho mejor que el que venden preparado, además de aguantar varios días en la nevera.
El único ingrediente raro es la tahina, que es pasta de semillas de sésamo. Aquí la venden en todas las tiendas turcas e incluso en el supermercado :-)
Atención, importante!!!! este plato requiere que pienses el día anterior (que no el día de la preparación, que para eso es bien fácil) -> hay que poner los garbanzos en agua!!!
Ingredientes (da para un plato grande)
- 1 taza de garbanzos
- 12 cucharadas del agua de cocer los garbanzos
- 3 cucharadas de tahina
- Aceite
- 1 - 2 dientes de ajo, al gusto
- Comino molido, también al gusto, en mi caso mucho! (una cucharada rasa)
- sal
La mayor complicación de este plato es acordarte de poner los garbanzos en agua el día anterior.
Después de esto, la preparación se resume en una línea y media: pon a cocer los garbanzos, cuando estén tiernos mézclalos con el resto de los ingredientes y pasa por la batidora. Punto.
Está muy bueno para untarlo en sandwiches, por ejemplo en un sandwichito con rúcola, tomate, y pollito de sobras de un pollo al horno al limón... mmm.... esto no lo he probado pero no suena mal para mi próxima excursión a los alpes...
jueves, 4 de agosto de 2011
Judiones con choco a la hierbabuena
Esta recetilla no la entenderá ninguno de los que la lea, que supongo serán bien pocos. A fin de cuentas, estamos en Agosto. Tiempo de ensaladitas y gazpachuelos. No de guisotes de chocos. Pues bien, todo se relativiza si se tiene en cuenta que en Munich el sol estas dos últimas semanas sí que ha brillado, pero por su ausencia. Hemos estado a unos 17º de media, menos algún día despistao que de casualidad casi hemos llegado a los 24º. Así que un guiso contundente como que sí que entra bien.
En mi última visita a tierras gaditanas estuvimos en la barra de El Faro, un clásico que nunca falla. Y se me antojó una tapa de judiones con choco, a pesar de que sí que estábamos a casi 30º. Me encantaron y decidí intentar emularlos para el blog, para que no me digan que no pongo recetas con solera.
Ingredientes
Muy importante: echar los judiones en agua el día anterior, no como yo que al final me los acabe tomando de cena un lunes cuando la intención era tomarlos el domingo a medio día. Qué pena no haber visto la cara de mi padre cuando le dije el lunes a las 21h por el móvil que me disponía a zamparme el manjar en cuestión...
Una vez bien remojaditos durante la noche, se les cambia el agua y se ponen a cocer a fuego muy lento para evitar que se deshagan (en mi vitro al 2-3 de 10). Asustarlos un par de veces con agua fría... para qué? -> ¡en ésta página pone que que es para que no den tantos gases!
Mientras se van cociendo ponemos a refreír a fuego medio en una olla grandota la cebolla cortada en brunoise, al poco añadimos el ajo muy picado. Una vez dorada añadimos el tomate pelado y cortado.
y dejamos refreír un par de minutejos.
En este momento y para los nenes tiquismiquis se puede pasar la verdura por la batidora para que quede todo homogéneo (este paso lo hice directamente en la olla). Si gustan los tropezones, omitir. Si no, aprovechar el fondo de la olla para ir haciendo los chocos cortados a trozos medianos. Se pueden pasar por harina para espesar la salsa, pero no es necesario.
Añadir al conjunto verduritas + chocos un chorro generoso de oloroso (reconozco mi debilidad por el oloroso, supongo que otros le pondrían vino blanco), y dejar hervir un par de minutos. Incorporar un cazo del agua de los judiones y dejar a fuego lento hasta que se pongan tiernos los chocos.
Una vez que esté todo tierno, sólo falta mezclar las dos cosas y dejarlas hervir un poco para que se mezclen los sabores. En este momento también se pone la hierbabuena y se corrige la sal.
Se sirve con pan para mojar!
En mi última visita a tierras gaditanas estuvimos en la barra de El Faro, un clásico que nunca falla. Y se me antojó una tapa de judiones con choco, a pesar de que sí que estábamos a casi 30º. Me encantaron y decidí intentar emularlos para el blog, para que no me digan que no pongo recetas con solera.
Ingredientes
- 3 tomates pera
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 tazas de judiones
- 4 chocos medianos
- 1 chorreón de oloroso
- 3/4 ramitas de hierbabuena
Muy importante: echar los judiones en agua el día anterior, no como yo que al final me los acabe tomando de cena un lunes cuando la intención era tomarlos el domingo a medio día. Qué pena no haber visto la cara de mi padre cuando le dije el lunes a las 21h por el móvil que me disponía a zamparme el manjar en cuestión...
Una vez bien remojaditos durante la noche, se les cambia el agua y se ponen a cocer a fuego muy lento para evitar que se deshagan (en mi vitro al 2-3 de 10). Asustarlos un par de veces con agua fría... para qué? -> ¡en ésta página pone que que es para que no den tantos gases!
Mientras se van cociendo ponemos a refreír a fuego medio en una olla grandota la cebolla cortada en brunoise, al poco añadimos el ajo muy picado. Una vez dorada añadimos el tomate pelado y cortado.
y dejamos refreír un par de minutejos.
En este momento y para los nenes tiquismiquis se puede pasar la verdura por la batidora para que quede todo homogéneo (este paso lo hice directamente en la olla). Si gustan los tropezones, omitir. Si no, aprovechar el fondo de la olla para ir haciendo los chocos cortados a trozos medianos. Se pueden pasar por harina para espesar la salsa, pero no es necesario.
Añadir al conjunto verduritas + chocos un chorro generoso de oloroso (reconozco mi debilidad por el oloroso, supongo que otros le pondrían vino blanco), y dejar hervir un par de minutos. Incorporar un cazo del agua de los judiones y dejar a fuego lento hasta que se pongan tiernos los chocos.
Una vez que esté todo tierno, sólo falta mezclar las dos cosas y dejarlas hervir un poco para que se mezclen los sabores. En este momento también se pone la hierbabuena y se corrige la sal.
Se sirve con pan para mojar!
domingo, 31 de julio de 2011
Ensalada de Pesto de Estragón
Esta es una ensaladita veraniega, pero de las contundentes para cuando hay hambre. Viene muy bien para una cena de entre semana; desde que la descubrí en epicurious se ha vuelto un clásico de mi mini cocina. Además me hizo descubrir el estragón fresco, que tiene un sabor genial y se puede usar para otras muchas cositas... aromatizar cremas de verduras, ponerlo en el pollo al horno... mmmm...
En España creo que lo venden en el Corte Inglés, y si no, a tirar de maceta.
Ingredientes (2 personas)
Poner las pechugas de pollo en la parrilla, a fuego no muy fuerte para que se vayan haciendo poco a poco sin quemarse por fuera. En el tiempo que tardan en hacerse se prepara el resto.
Lo siguiente, y lo único que requiere pensar más, es preparar el pesto: poner en el vaso de la batidora la chalota cortada a trozos grandes, 1 cucharada de piñones, un chorro de limón (unas dos cucharadas), y el perejil y el estragón, a partes iguales y hasta más o menos llenar el vaso de la batidora (sin apretar).
Del estragón sólo se usan las hojas, el tallo está bastante duro. Hay que reservar un par de cucharadas de estragón picadito para el aliño. Cuando esté todo batido añadir el aceite en un hilo para que emulsione, son unas 3 cucharadas según epicurious, yo lo hago a ojo. Si queda muy espeso se puede aligerar con un poco más de aceite (mezclando un poco con una cuchara, no con la batidora!). Añadir sal y pimienta al gusto.
El aliño de la ensalada se prepara aparte, mezclando en un bol unas 2 cucharadas de aceite, tres de zumo de limón y el estragón que guardamos antes. Añadir sal y pimienta y mezclar con un tenedor como si estuvieras batiendo un huevo, para que emulsione un poquito.
Partir los pepinos (en la receta original les ponen pepinos japoneses, yo no soy tan exótica) y los rábanos a rodajas muy finas.
En estos momentos (unos 16 minutejos según epi - por si las moscas no está de más echar de nariz no se vayan a quemar) deberían estar hechas las pechugas -> sacarlas a una tabla de cortar y dejarlas reposar mientras montamos la ensalada (se siguen cocinando y el enfriado facilita el corte).
Para montar la ensalada, poner las hojas en platos individuales (en mi caso gran parte de la ensalada era de mi cosecha) y repartir la verduras entre los dos platos. Aderezar con el aliño y mezclar. Añadir una cucharada de piñones por plato.
Por otra parte cortar las pechugas en rodajas de algo menos de un centímetro, con un cuchillo sin sierra para que no se deshagan. Ponerlas sobre las hojas y cubrir con el pesto. Mi receta tiene mucho pesto porque nos gusta mucho, si resulta demasiado se puede guardar (e incluso congelar?) para otra ocasión.
En epi te recomiendan (muy bien recomendado) que lo sirvas con un pan blanco bueno, pintado con aceite de oliva y hecho en la parilla en la que cocinaste el pollo. Está muy bueno así, pero nosotros nos engañamos diciendo que sin pan es casi plato de régimen =)
En España creo que lo venden en el Corte Inglés, y si no, a tirar de maceta.
Ingredientes (2 personas)
- 1 manojo de rabanitos
- Ensalada de hoja pequeña variada (para vagos vale la que viene ya en bolsa y lavadita)
- 1 chalota mediana
- 1 manojo de estragón
- 1 manojo de perejil
- 1 limón
- Aceite de oliva
- 1 pechuga de pollo por persona
- 2 cucharadas de piñones
- 1 pepino mediano
Poner las pechugas de pollo en la parrilla, a fuego no muy fuerte para que se vayan haciendo poco a poco sin quemarse por fuera. En el tiempo que tardan en hacerse se prepara el resto.
Lo siguiente, y lo único que requiere pensar más, es preparar el pesto: poner en el vaso de la batidora la chalota cortada a trozos grandes, 1 cucharada de piñones, un chorro de limón (unas dos cucharadas), y el perejil y el estragón, a partes iguales y hasta más o menos llenar el vaso de la batidora (sin apretar).
Del estragón sólo se usan las hojas, el tallo está bastante duro. Hay que reservar un par de cucharadas de estragón picadito para el aliño. Cuando esté todo batido añadir el aceite en un hilo para que emulsione, son unas 3 cucharadas según epicurious, yo lo hago a ojo. Si queda muy espeso se puede aligerar con un poco más de aceite (mezclando un poco con una cuchara, no con la batidora!). Añadir sal y pimienta al gusto.
El aliño de la ensalada se prepara aparte, mezclando en un bol unas 2 cucharadas de aceite, tres de zumo de limón y el estragón que guardamos antes. Añadir sal y pimienta y mezclar con un tenedor como si estuvieras batiendo un huevo, para que emulsione un poquito.
Partir los pepinos (en la receta original les ponen pepinos japoneses, yo no soy tan exótica) y los rábanos a rodajas muy finas.
En estos momentos (unos 16 minutejos según epi - por si las moscas no está de más echar de nariz no se vayan a quemar) deberían estar hechas las pechugas -> sacarlas a una tabla de cortar y dejarlas reposar mientras montamos la ensalada (se siguen cocinando y el enfriado facilita el corte).
Para montar la ensalada, poner las hojas en platos individuales (en mi caso gran parte de la ensalada era de mi cosecha) y repartir la verduras entre los dos platos. Aderezar con el aliño y mezclar. Añadir una cucharada de piñones por plato.
Por otra parte cortar las pechugas en rodajas de algo menos de un centímetro, con un cuchillo sin sierra para que no se deshagan. Ponerlas sobre las hojas y cubrir con el pesto. Mi receta tiene mucho pesto porque nos gusta mucho, si resulta demasiado se puede guardar (e incluso congelar?) para otra ocasión.
En epi te recomiendan (muy bien recomendado) que lo sirvas con un pan blanco bueno, pintado con aceite de oliva y hecho en la parilla en la que cocinaste el pollo. Está muy bueno así, pero nosotros nos engañamos diciendo que sin pan es casi plato de régimen =)
domingo, 10 de julio de 2011
Curry verde sin atajos
Me gusta probar recetas asiáticas, pero me da mucho coraje (que no rabia) que te vendan una pasta verde con una etiqueta "pasta para curry tailandés" y no te digan qué tiene dentro, además viene con el sabor a glutamato incorporado.
Esta foto no está nada conseguida, pero es que teníamos hambre y no había tiempo para tonterías. Además la luz del salón no le favorece nada, nada...
Así que cuando pruebo una receta tailandesa, japonesa, india o de dónde sea intento buscarme los ingredientes básicos y hacer yo las mezclas de especias. Al final no es tan difícil, puedes ajustarlas como quieras y viviendo en Munich no es ningún problema encontrar todos los ingredientes en tiendas de comida asiática e incluso en supermercados. Lo mismo vale para Madrid. Además, si haces la combinación de especias en cantidades industriales te vale para otras veces.
Y sin más la receta sin atajos del curry verde tailandés!
Esta foto no está nada conseguida, pero es que teníamos hambre y no había tiempo para tonterías. Además la luz del salón no le favorece nada, nada...
Ingredientes
- 4 ó 5 dientes de ajo
- 1 vara de lemongrass (o cymbopogon según Wikipedia!)
- 1 - 3 Pimientos chilis thai frescos o guindilla
- 1 lata de leche de coco
- 1 lima
- 1 chalota o 1/4 de cebolla morada
- 1 cucharada pasta de gambas
- 3 cucharadas de salsa de pescado thai (nam pla es la vietnamita, que es la que uso yo)
- 1 manojo de cilantro
- 1 manojo albahaca
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1/2 cucharadita de cilantro molido
- 1 trozo del tamaño de un pulgar de galangal o jengibre
- 1 cucharadita de azúcar moreno
- 4 hojas de lima káfir o combava
- 1/2 pollo a trozos
- Verduras al gusto (por ejemplo, pimento, berenjenas thai, champis, calabacín, tomates cherry...) cortadas en trozos de tamaño-bocado
Lo primero es preparar la pasta. Me he dado cuenta de que mi párrafo filosófico de arriba sobra, que la pasta de gambas también la he comprado en el súper. Por lo menos, no entiendo nada porque está todo escrito con esos dibujitos tan bonitos tailandeses, así que espero que sea auténtico.
A lo que vamos: el lemongrass se corta en aritos de 1/2 cm (sólo el bulbo, las hojas se pueden reservar para echarlas después al guiso para que dé más sabor). Ponlo en el vaso de la batidora con el resto de los ingredientes de la pasta (todos menos los últimos tres puntos). Un par de notitas:
Una vez que tengáis un pasta se pasa a la sartén y se pone a fuego medio - fuerte con un poco de aceite de girasol, huele la mar de bien. Se remueve un minutillo y se incorpora el pollo troceado. Mover para que se impregne bien la carne.
Añadir el resto de la lata de la leche de coco, las hojas de lima kaffir y las hojas que sobraron del lemongrass. Dejar cocinar tapado, a partir de que hierva y si los trozos de pollo son tamaño-bocado tardará unos 5 minutillos.
Añadir las verduras y dejar un par de minutos más, no demasiado para que no se queden blandengues y descoloridas.
Sirve con albahaca o cilantro fresco por encima, acompañado de arroz basmati. Según el gusto de cada cual se puede tomar más salado (echar más salsa de pescado) o menos / más ácido (ponerle zumo de lima) - en cualquier caso no está de más poner las dos cosas en la mesa para que cada cual se lo aderece al gusto. Si está muy picante se puede añadir más leche de coco.
Truqui - la pasta se puede hacer con el doble / triple / cuádruple de ingredientes, así sobra y se puede congelar en porciones para otras veces. Una vez que tienes la pasta verde es rapídisimo de hacer!
De nivel lo pongo difícil, aunque lo único difícil es reunir y preparar todos los ingredientes!
- La cantidad de hierbas depende un poco del gusto personal, como valor orientativo las hojas lavadas y escurridas (sin picar) deberían ocupar cada una más o menos un vaso (de los de casa de la abuela, no de los míos de IKEA que son enormes).
- Los pimientos que le queráis poner depende del gusto que tengáis por el picante (los thai frescos son muuuuy picantes, así que nada de tocarse ojos o narices después de haber tocado los pimientos - especialmente crítico el caso de los caballeros a los que les entra ganas de ir al baño justo después de haber frotado un pimientico de éstos - he avisado)
- La leche de coco se usa para poder trituralo mejor, se pone como hasta media lata, a mí me suele valer con un tercio.
Una vez que tengáis un pasta se pasa a la sartén y se pone a fuego medio - fuerte con un poco de aceite de girasol, huele la mar de bien. Se remueve un minutillo y se incorpora el pollo troceado. Mover para que se impregne bien la carne.
Añadir el resto de la lata de la leche de coco, las hojas de lima kaffir y las hojas que sobraron del lemongrass. Dejar cocinar tapado, a partir de que hierva y si los trozos de pollo son tamaño-bocado tardará unos 5 minutillos.
Añadir las verduras y dejar un par de minutos más, no demasiado para que no se queden blandengues y descoloridas.
Sirve con albahaca o cilantro fresco por encima, acompañado de arroz basmati. Según el gusto de cada cual se puede tomar más salado (echar más salsa de pescado) o menos / más ácido (ponerle zumo de lima) - en cualquier caso no está de más poner las dos cosas en la mesa para que cada cual se lo aderece al gusto. Si está muy picante se puede añadir más leche de coco.
Truqui - la pasta se puede hacer con el doble / triple / cuádruple de ingredientes, así sobra y se puede congelar en porciones para otras veces. Una vez que tienes la pasta verde es rapídisimo de hacer!
De nivel lo pongo difícil, aunque lo único difícil es reunir y preparar todos los ingredientes!
jueves, 23 de junio de 2011
Tarrina de Mascarpone y Fresas
... o tiramisú de fresas. Éste es un postre la mar de fácil de hacer, muy veraniego y resultón. Se hace en nada de tiempo, aunque está mejor si se deja reposar un par de horas antes de servir. Y se basa en una de mis frutas favoritas, la fresa, y también en una tarta que me encanta, el tiramisú.
En Alemania tenemos fresas hasta mediados de verano, y las que son de por aquí y no importadas no tienen nada que ver con los fresones mutantes que veo cuando voy a España en primavera. Son mucho más chiquitas, más bien redondas y muy dulces, la carne también es más blanda. Supongo que hubo una época en la que la mayoría de las fresas que se compraban en España también eran así, y que esa época se acabó al convertirse cuando nos convertimos en potencia exportadora de frutas y hortalizas.
Por cierto, éstas de aquí abajo las hice en parte con fresas de mi jardín... digo en parte porque sólo tenía cinco :-)
Ingredientes (4 tarrinas)
Cortar las fresas en trozos muy pequeños y mezclar con el azúcar moreno, dejando alguna entera para decorar y que quede mono.
Para hacer la crema de mascarpone, mezclar el queso con 10 cucharadas de Cointreau o con un licor de frutas parecido, al gusto de cada cual o según lo que haya en la despensa. Yo lo mezclo con un tenedor hasta que tenga una textura de crema espesa, suave y sin grumos. La cantidad de licor que he puesto es bastante para el mascarpone, también se puede echar la mitad y probar, aunque quedará más denso.
Romper los bizcochos en trozos pequeños y remojarlos con unas 10 cucharadas de leche aderezada con una más de Cointreau.
Rellenar las tarrinas con los bizcochos empapados hasta una altura de 1 cm. Cubrir con la crema de mascarpone casi hasta el borde, dejando medio cm. Poner las fresas por encima, y listo. Meter en el frigo hasta la hora del postre.
Se pueden decorar con chocolate negro rallado, con fresas enteras, o con hojas de hierbabuena, o simplemente comérselas y listo. También se pueden preparar hasta la parte de poner las fresas el día anterior - las fresas se secan más y es mejor ponerlas pocas horas antes de comerlas.
También tiene que estar bueno como tarta entera, tipo tiramisú. Pero esto de los postres individuales también tiene su encanto y hace que me contenga más, de la tarta siempre se puede cortar un trocito más...
En Alemania tenemos fresas hasta mediados de verano, y las que son de por aquí y no importadas no tienen nada que ver con los fresones mutantes que veo cuando voy a España en primavera. Son mucho más chiquitas, más bien redondas y muy dulces, la carne también es más blanda. Supongo que hubo una época en la que la mayoría de las fresas que se compraban en España también eran así, y que esa época se acabó al convertirse cuando nos convertimos en potencia exportadora de frutas y hortalizas.
Por cierto, éstas de aquí abajo las hice en parte con fresas de mi jardín... digo en parte porque sólo tenía cinco :-)
Ingredientes (4 tarrinas)
- 12 - 15 fresas, según los recipientes
- 220g de queso mascarpone
- 11 cucharadas de Cointreau (licor de naranja)
- 10 cucharadas de leche
- 5 / 6 bizcochos de soletilla (savoiardi, como para el tiramisú)
- Azúcar moreno al gusto (1 ó 2 cucharadas)
- Chocolate negro rallado (opcional)
Cortar las fresas en trozos muy pequeños y mezclar con el azúcar moreno, dejando alguna entera para decorar y que quede mono.
Para hacer la crema de mascarpone, mezclar el queso con 10 cucharadas de Cointreau o con un licor de frutas parecido, al gusto de cada cual o según lo que haya en la despensa. Yo lo mezclo con un tenedor hasta que tenga una textura de crema espesa, suave y sin grumos. La cantidad de licor que he puesto es bastante para el mascarpone, también se puede echar la mitad y probar, aunque quedará más denso.
Romper los bizcochos en trozos pequeños y remojarlos con unas 10 cucharadas de leche aderezada con una más de Cointreau.
Rellenar las tarrinas con los bizcochos empapados hasta una altura de 1 cm. Cubrir con la crema de mascarpone casi hasta el borde, dejando medio cm. Poner las fresas por encima, y listo. Meter en el frigo hasta la hora del postre.
Se pueden decorar con chocolate negro rallado, con fresas enteras, o con hojas de hierbabuena, o simplemente comérselas y listo. También se pueden preparar hasta la parte de poner las fresas el día anterior - las fresas se secan más y es mejor ponerlas pocas horas antes de comerlas.
También tiene que estar bueno como tarta entera, tipo tiramisú. Pero esto de los postres individuales también tiene su encanto y hace que me contenga más, de la tarta siempre se puede cortar un trocito más...
domingo, 19 de junio de 2011
Huevos Farsi
He estado dudando con el nombre de esta receta. Al principio había pensado en Huevos Bollywood, por el origen indio.
La cosa es que se trata de una adaptación muy libre de unos huevos parsi, uno de los platos de la cocina parsi, que tiene su origen en el noroeste indio y en Pakistán. Como una es gaditana y toda receta exótica que escriba aquí va a ser casi siempre una farsa (a fin de cuentas existen mil variantes de la misma receta en internet, aparte de que una está limitada a los ingredientes locales, y de que lamentablemente no tengo a mano ninguna abuela entrañable de la región que me confirme la receta), pues decidí quedarme con Huevos Farsi. Y ahora la receta.
Es un revuelto, un simple revuelto que apaña una cena rápida o un brunch de domingo, que es sanote y sobre todo diferente.
Ingredientes (2 personas)
Y el proceso en sí es bastante fácil...
Poner el pimiento y el puerro con una cucharada o dos de aceite de oliva a refreír en una sartén grande junto con el jengibre, a fuego medio - alto. Dejarlo dorar un poco (<5 min), dejando que se empiecen las reacciones de Maillard que hacen que todo esté más rico cuando está doradito. Añadir el tomate (se echa después, porque al soltar agua impediría que se doren las verduras si lo echas antes). Aderezar con la cúrcuma o el curry, la guindilla, sal y pimienta molida fresca (¡muy importante! La pimienta recién molida no tiene nada que ver con el polvo parduzco que compras en el supermercado). Remover un poco para que se caliente el tomate y suelte agua. Añadir el cilantro picado, reservando un poco para servir.
Subir el fuego y añadir los huevos. A mí me gusta dejarlos sin remover al principio, para que cuaje un poco la clara, a fuego muy fuerte. Después les doy un par de meneos, pero sin exagerar y los sirvo directamente. La idea es que el huevo siga estando jugoso, además me gusta que se queden más o menos separados clara y yema. Y los hago a fuego fuerte porque me encanta la clara doradita.
Servir muy caliente, recién hecho, con el cilantro picado que quedaba por encima.
Realmente los ingredientes son muy variables - a la misma combinación de especias se le puede poner cualquier verdura que tengáis en la nevera susceptible de ser refrita, en la foto se ve algún champiñón que nos sobró de la pseudo-carbonara del día anterior. Eso sí, el tomate hace que esté jugosito. En otras recetas he visto que le ponen leche a los huevos para que quede más cremoso, eso lo dejo al gusto del consumidor. Y el curry o la cúrcuma le dan un color muy bonito, pero tampoco son imprescindibles si no están a mano.
* Los pollos felices son pollos que no están metidos en una jaula donde no pueden hacer nada más que poner huevos, sino que pueden moverse libremente en su parcelita al aire libre. La alimentación no se basa en pienso sino en cereales. Tengo comprobado que se nota mucho en el sabor, e incluso en el huevo en sí (la cáscara es mucho más dura).
La cosa es que se trata de una adaptación muy libre de unos huevos parsi, uno de los platos de la cocina parsi, que tiene su origen en el noroeste indio y en Pakistán. Como una es gaditana y toda receta exótica que escriba aquí va a ser casi siempre una farsa (a fin de cuentas existen mil variantes de la misma receta en internet, aparte de que una está limitada a los ingredientes locales, y de que lamentablemente no tengo a mano ninguna abuela entrañable de la región que me confirme la receta), pues decidí quedarme con Huevos Farsi. Y ahora la receta.
Es un revuelto, un simple revuelto que apaña una cena rápida o un brunch de domingo, que es sanote y sobre todo diferente.
Ingredientes (2 personas)
- 4 huevos de pollos felices*
- 1/2 pimiento rojo, cortado a daditos de 1/2 cm de lado.
- 1 cucharada de jengibre fresco muy picado
- 2 cucharadas de cilantro fresco picado
- 1 puerro, cortado en aros de 1/2 cm, la parte clara solamente (en su defecto cebolleta)
- 1 tomate grande maduro pero firme, cortado a daditos de 1/2 cm de lado
- 1 guinduilla seca, cortada en dos (opcional)
- 1 cucharadita de polvo de curry o de cúrcuma (opcional)
Y el proceso en sí es bastante fácil...
Poner el pimiento y el puerro con una cucharada o dos de aceite de oliva a refreír en una sartén grande junto con el jengibre, a fuego medio - alto. Dejarlo dorar un poco (<5 min), dejando que se empiecen las reacciones de Maillard que hacen que todo esté más rico cuando está doradito. Añadir el tomate (se echa después, porque al soltar agua impediría que se doren las verduras si lo echas antes). Aderezar con la cúrcuma o el curry, la guindilla, sal y pimienta molida fresca (¡muy importante! La pimienta recién molida no tiene nada que ver con el polvo parduzco que compras en el supermercado). Remover un poco para que se caliente el tomate y suelte agua. Añadir el cilantro picado, reservando un poco para servir.
Subir el fuego y añadir los huevos. A mí me gusta dejarlos sin remover al principio, para que cuaje un poco la clara, a fuego muy fuerte. Después les doy un par de meneos, pero sin exagerar y los sirvo directamente. La idea es que el huevo siga estando jugoso, además me gusta que se queden más o menos separados clara y yema. Y los hago a fuego fuerte porque me encanta la clara doradita.
Servir muy caliente, recién hecho, con el cilantro picado que quedaba por encima.
Realmente los ingredientes son muy variables - a la misma combinación de especias se le puede poner cualquier verdura que tengáis en la nevera susceptible de ser refrita, en la foto se ve algún champiñón que nos sobró de la pseudo-carbonara del día anterior. Eso sí, el tomate hace que esté jugosito. En otras recetas he visto que le ponen leche a los huevos para que quede más cremoso, eso lo dejo al gusto del consumidor. Y el curry o la cúrcuma le dan un color muy bonito, pero tampoco son imprescindibles si no están a mano.
* Los pollos felices son pollos que no están metidos en una jaula donde no pueden hacer nada más que poner huevos, sino que pueden moverse libremente en su parcelita al aire libre. La alimentación no se basa en pienso sino en cereales. Tengo comprobado que se nota mucho en el sabor, e incluso en el huevo en sí (la cáscara es mucho más dura).
jueves, 9 de junio de 2011
Dorada a la espalda con vinagreta de aguacate
Cada vez me gusta más el aguacate; en la ensalada, en guacamole, en los sandwiches, o con pan y sal... mmmmm.... tengo hambre!
Esta receta es de Mikel el de El Comidista, se la pido prestada. Lo cierto es que la religión de mi casa nos impide ponerle salsas muy fuertes a los pescados porque está castigado con el infierno de los comedores de pizzas congeladas. La razón que argumentamos es que con sabores intensos no se aprecia la delicadeza del buen pescado y ese tipo de cosas, razón por la cual siempre he considerado una costumbre bárbara eso de preñar una trucha con bacon... de todas formas la trucha es un pescado de agua dulce y como tal no merece mi consideración, así que no me quejo mucho. En cualquier caso, como por aquí por Alemania encontrar un pescado que sepa a pescado es tarea ardua, tengo menos remordimiento de conciencia por probar ésto... (mamá, lo siento)
En cuanto a la receta en sí, la vinagreta la cogí tal cual, y en vez de usar gallo compré una dorada grande y la preparé para hacerla a la espalda (aquí no te preparan el pescado, así que lo destrocé un poco, como las fotos están con teleobjetivo por suerte no se aprecia). Españolitos afortunados, decidle al pescadero que os la prepare.
Ingredientes para la vinagreta
El primer paso, y el único que requiere algo más de tiempo es la fritura de la cebolla. Hay que cortarla en aros muy muy finos, y ponerla a freír en fuego lento con un fondo generoso de aceite. A los 20 - 30 minutos está doradita y algo crujiente. En concreto la mía también está renegría (ver foto)... reconozco que se me olvidó que estaba al fuego. Una vez frita se pone a escurrir para quitar el exceso de aceite.
Mientras se fríe la cebolla se prepara lo demás: el aguacate se corta a daditos, y se mezcla con lo demás con cuidadín, se le echa sal al gusto.
La dorada a la espalda, pues se pone en la plancha, a fuego medio, primero por la parte de la carne, al poco se le da la vuelta, el tiempo depende del tamaño - no dejarla mucho que se seca! La mía era de unos 650g y estuvo menos de 6 minutos en total. No olvidar la sal!
Se sirve la dorada con la cebolla y la vinagreta por encima.
El contraste de la cebolla con el aguacate es genial, y la cebolla frita fina a fuego lento es un acompañamiento muy bueno para otras muchas cosas! Por ejemplo, esta vinagreta con la cebollita también tiene que estar muy buena con una pechuguita de pollo a la plancha, o como aliño de una ensalada.
Esta receta es de Mikel el de El Comidista, se la pido prestada. Lo cierto es que la religión de mi casa nos impide ponerle salsas muy fuertes a los pescados porque está castigado con el infierno de los comedores de pizzas congeladas. La razón que argumentamos es que con sabores intensos no se aprecia la delicadeza del buen pescado y ese tipo de cosas, razón por la cual siempre he considerado una costumbre bárbara eso de preñar una trucha con bacon... de todas formas la trucha es un pescado de agua dulce y como tal no merece mi consideración, así que no me quejo mucho. En cualquier caso, como por aquí por Alemania encontrar un pescado que sepa a pescado es tarea ardua, tengo menos remordimiento de conciencia por probar ésto... (mamá, lo siento)
En cuanto a la receta en sí, la vinagreta la cogí tal cual, y en vez de usar gallo compré una dorada grande y la preparé para hacerla a la espalda (aquí no te preparan el pescado, así que lo destrocé un poco, como las fotos están con teleobjetivo por suerte no se aprecia). Españolitos afortunados, decidle al pescadero que os la prepare.
Ingredientes para la vinagreta
- 1 aguacate maduro, pero no blandurrio
- 1/2 cucharadita de pimentón de la Vera dulce
- Zumo de 1/2 limón
- Aceite de oliva virgen extra
Además
- 1 cebolla
- 1 dorada
El primer paso, y el único que requiere algo más de tiempo es la fritura de la cebolla. Hay que cortarla en aros muy muy finos, y ponerla a freír en fuego lento con un fondo generoso de aceite. A los 20 - 30 minutos está doradita y algo crujiente. En concreto la mía también está renegría (ver foto)... reconozco que se me olvidó que estaba al fuego. Una vez frita se pone a escurrir para quitar el exceso de aceite.
Mientras se fríe la cebolla se prepara lo demás: el aguacate se corta a daditos, y se mezcla con lo demás con cuidadín, se le echa sal al gusto.
La dorada a la espalda, pues se pone en la plancha, a fuego medio, primero por la parte de la carne, al poco se le da la vuelta, el tiempo depende del tamaño - no dejarla mucho que se seca! La mía era de unos 650g y estuvo menos de 6 minutos en total. No olvidar la sal!
Se sirve la dorada con la cebolla y la vinagreta por encima.
El contraste de la cebolla con el aguacate es genial, y la cebolla frita fina a fuego lento es un acompañamiento muy bueno para otras muchas cosas! Por ejemplo, esta vinagreta con la cebollita también tiene que estar muy buena con una pechuguita de pollo a la plancha, o como aliño de una ensalada.
jueves, 2 de junio de 2011
Blueberry muffins - o mondalenas de arándanos
Tengo un recuerdo de cuando fui a Nueva York que no es lo que la mayoría de la gente esperaría... no es la vista del skyline desde un paseo en barco, ni es el puente de Brooklyn, ni las vistas desde el Rockefeller Center al ponerse el sol, tampoco la sesión de gospel en Harlem por la que estuvimos haciendo cola delante de una iglesia dos horitas desde las 8 de la mañana... ni siquiera, como habrán podido pensar algunos, se trata de la hamburgesa del DB Bistro. No! Se trata de los desayunos!
Nuestro hotel (el Shoreham, a dos minutos de la 5a Avenida) venía sin desayuno, pero con barra libre de hot chocolate - marca Cadbury si no recuerdo mal, y que la verdad es que para lo que me encuentro por aquí no estaba nada mal. Mi hermana y yo nos hicimos adictas, creo que ella incluso se trajo sobrecitos en la maleta... Así que a la hora de desayunar nos hacíamos un chocolatito, pero claro, para sobrevivir un largo día de caminata por la city hacían falta más calorías que ésas. Y de eso se encargaba nuestro ilustre progenitor (gracias papi!), que se acercaba al Dunkin Donuts de al lado del hotel, y nos compraba unas cuantas guarrerías altamente engordantes de ésas que no puedes parar de comer. Y es justamente el sabor del muffin de arándanos de por la mañana, en nuestra habitación del Shoreham, el recuerdo de Nueva York que me estuvo persiguiendo más insistentemente al volver. Y es que busqué y busqué, y probé y probé, y no encontré ninguna receta que le llegase a la altura. Hasta que llegó ésta!
Ingredientes (para 9 muffins normalitos ó 6 super size me)
Precalentar el horno a 190ª.
Mezclar los 4 primeros ingredientes por un lado, los 5 siguientes por otro. No ahorrar con el jengibre y el limón, yo le pongo más de lo que pone ahí (casi el doble). Enjuagar los arándanos, y sin dejar que se sequen mezclaros con las dos cucharadas de harina y azúcar.
Incorporar la mezcla líquida a la sólida, con movimientos envolventes, yo lo hago con una cuchara de metal. No mezclar demasiado, sólo justo hasta que se haya homogeneizado pero nada más. Tiene que que quedar más bien con tropezones, una masa muy homogénea es sinónimo de muffin sequerón y duro.
Incorporar los arándanos con cuidado de que no se rompan (o teñirán toda la masa de morado).
Cubrir el molde de los muffins con cuadrados de papel de horneado (es muchísimo más fácil desmoldar después y te aseguras, si el papel es suficientemente grande, el que no se unan las caperuzas de los muffins). Yo sólo relleno 3 muffins de los 6 del molde, alternados, porque crecen bastante.
El resto de los ingredientes son para hacer un topping crujiente - mezclar todos los ingredientes y poner bastante con los dedos por encima de cada muffin. Hace que quede una capita azucarada encima, la avena le da el toque crujientito. No hace falta que hagáis tanto, yo suelo hacer la mitad.
Hornear 20 - 25 min, hasta que estén doraditos. Se puede hacer el truco del palito para más seguridad.
Cositas:
- La buttermilk es suero de mantequilla, según la wikipedia. Es el "residuo" que queda después de hacer de la leche mantequilla, no contiene casi grasa, sólo proteínas y calcio. Yo lo uso mucho en Alemania para hacerme batidos de frutas. En la entrada de la wikipedia pone cómo se puede sustituir si no la encontráis.
- Es muy importante el paso de humedecer los arándanos y mezclarlos con harina y azúcar - es lo que hace que no se hundan al fondo del muffin (la masa que se forma alrededor de la fruta hace que se mantenga suspendida).
Me ha salido un post muy largo, pero no es nada complicado! Y están muy muy buenos!
Nuestro hotel (el Shoreham, a dos minutos de la 5a Avenida) venía sin desayuno, pero con barra libre de hot chocolate - marca Cadbury si no recuerdo mal, y que la verdad es que para lo que me encuentro por aquí no estaba nada mal. Mi hermana y yo nos hicimos adictas, creo que ella incluso se trajo sobrecitos en la maleta... Así que a la hora de desayunar nos hacíamos un chocolatito, pero claro, para sobrevivir un largo día de caminata por la city hacían falta más calorías que ésas. Y de eso se encargaba nuestro ilustre progenitor (gracias papi!), que se acercaba al Dunkin Donuts de al lado del hotel, y nos compraba unas cuantas guarrerías altamente engordantes de ésas que no puedes parar de comer. Y es justamente el sabor del muffin de arándanos de por la mañana, en nuestra habitación del Shoreham, el recuerdo de Nueva York que me estuvo persiguiendo más insistentemente al volver. Y es que busqué y busqué, y probé y probé, y no encontré ninguna receta que le llegase a la altura. Hasta que llegó ésta!
Ingredientes (para 9 muffins normalitos ó 6 super size me)
- 220 g de harina
- 1 cucharada sopera de levadura química
- 1/2 cucharadita de sal
- 250 g de azúcar
- 125 ml de buttermilk
- 1/2 cucharada de jengibre en polvo
- 60 ml de aceite de girasol
- Raspadura de medio limón, picadita
- 2 huevos a temperatura ambiente (Tamaño L)
- 2 cucharadas de harina
- 2 cucharadas de azúcar
- 150 - 200g de arándanos
- 100 g de azúcar moreno
- 40 g de harina
- 3 - 4 cucharadas de copos de avena
- 55 g de mantequilla fundida
Precalentar el horno a 190ª.
Mezclar los 4 primeros ingredientes por un lado, los 5 siguientes por otro. No ahorrar con el jengibre y el limón, yo le pongo más de lo que pone ahí (casi el doble). Enjuagar los arándanos, y sin dejar que se sequen mezclaros con las dos cucharadas de harina y azúcar.
Incorporar la mezcla líquida a la sólida, con movimientos envolventes, yo lo hago con una cuchara de metal. No mezclar demasiado, sólo justo hasta que se haya homogeneizado pero nada más. Tiene que que quedar más bien con tropezones, una masa muy homogénea es sinónimo de muffin sequerón y duro.
Incorporar los arándanos con cuidado de que no se rompan (o teñirán toda la masa de morado).
Cubrir el molde de los muffins con cuadrados de papel de horneado (es muchísimo más fácil desmoldar después y te aseguras, si el papel es suficientemente grande, el que no se unan las caperuzas de los muffins). Yo sólo relleno 3 muffins de los 6 del molde, alternados, porque crecen bastante.
El resto de los ingredientes son para hacer un topping crujiente - mezclar todos los ingredientes y poner bastante con los dedos por encima de cada muffin. Hace que quede una capita azucarada encima, la avena le da el toque crujientito. No hace falta que hagáis tanto, yo suelo hacer la mitad.
Hornear 20 - 25 min, hasta que estén doraditos. Se puede hacer el truco del palito para más seguridad.
Cositas:
- La buttermilk es suero de mantequilla, según la wikipedia. Es el "residuo" que queda después de hacer de la leche mantequilla, no contiene casi grasa, sólo proteínas y calcio. Yo lo uso mucho en Alemania para hacerme batidos de frutas. En la entrada de la wikipedia pone cómo se puede sustituir si no la encontráis.
- Es muy importante el paso de humedecer los arándanos y mezclarlos con harina y azúcar - es lo que hace que no se hundan al fondo del muffin (la masa que se forma alrededor de la fruta hace que se mantenga suspendida).
Me ha salido un post muy largo, pero no es nada complicado! Y están muy muy buenos!
domingo, 29 de mayo de 2011
Gazpacho de sandía
Como primera receta del blog me he buscado una veraniega, aprovechando que hoy por estos lares brilla el solete. Se la debo a pepekitchen, aunque no la he seguido al pie de la letra, he optado por el conocido método del tun tun, que en mi casa se nos da muy bien.
Ingredientes (según la cocina de pepe)
Cómo todos los gazpachos tiene ese aspecto la mar de seductor, que es lo fácil, rápido y limpio que es, a saber: meter verduritas + fruta en el vaso de batir, añadir el vinagre y la sal, y después, sin dejar de batir y poquito a poco, el aceite en un hilillo para que emulsione bien y le dé textura.
En cuanto a mis modificaciones, yo de vinagre blanco o de manzana nada, sino de Jerez, que me encanta el regustín. El calabacín lo sustituí por una cantidad equivalente de calabaza porque no encontré, y la verdad es que le ha dado un color la mar de mono.
Se sirve muy frío, yo por razones fotogénicas le puse a uno un poquitín de perejil (señor sabio, el Arguiñano) y al otro unos trocitos de aguacate. Tras la foto, les puse unas gotillas de aceite de oliva virgen extra por encima, además de que quedaba muy bonito está muy bueno. La combinación del aceite con el suave de la fruta y el vinagre de Jerez me recuerda a la ensaladita de verduritas y frutas frescas del restaurante "El Faro" de Cádiz, a recomendar por cierto.
En cuanto a la degustación - cabe decir que a Miguel le pareció un experimento un poco raro, aunque se lo tomó y dijo que estaba muy refrescante y que quedaba muy mono... pero que conste que el paladar de Miguel es un animalito de costumbres, así que hay que contemplarlo con la debida distancia A mí me gustó mucho, genial para tomarlo fresquito después de volver de hacer deporte.
Nota para curiosos: la planta que se ve al fondo es mi pepino, plantado hace un par de semanas y que está la mar de hermosote. Totalmente ecológico y sin E. Coli.
Hala, como primer post recetero ya es bastante! A ver si no es el último...
Ingredientes (según la cocina de pepe)
- 800 g de pulpa de sandía, sin pepitas
- 1 diente de ajo
- 1/2 pimiento rojo
- 1/2 calabacín pelado
- 150 ml de aceite de oliva
- 5 cucharadas de vinagre de vino blanco o de manzana
- Sal
Cómo todos los gazpachos tiene ese aspecto la mar de seductor, que es lo fácil, rápido y limpio que es, a saber: meter verduritas + fruta en el vaso de batir, añadir el vinagre y la sal, y después, sin dejar de batir y poquito a poco, el aceite en un hilillo para que emulsione bien y le dé textura.
En cuanto a mis modificaciones, yo de vinagre blanco o de manzana nada, sino de Jerez, que me encanta el regustín. El calabacín lo sustituí por una cantidad equivalente de calabaza porque no encontré, y la verdad es que le ha dado un color la mar de mono.
Se sirve muy frío, yo por razones fotogénicas le puse a uno un poquitín de perejil (señor sabio, el Arguiñano) y al otro unos trocitos de aguacate. Tras la foto, les puse unas gotillas de aceite de oliva virgen extra por encima, además de que quedaba muy bonito está muy bueno. La combinación del aceite con el suave de la fruta y el vinagre de Jerez me recuerda a la ensaladita de verduritas y frutas frescas del restaurante "El Faro" de Cádiz, a recomendar por cierto.
En cuanto a la degustación - cabe decir que a Miguel le pareció un experimento un poco raro, aunque se lo tomó y dijo que estaba muy refrescante y que quedaba muy mono... pero que conste que el paladar de Miguel es un animalito de costumbres, así que hay que contemplarlo con la debida distancia A mí me gustó mucho, genial para tomarlo fresquito después de volver de hacer deporte.
Nota para curiosos: la planta que se ve al fondo es mi pepino, plantado hace un par de semanas y que está la mar de hermosote. Totalmente ecológico y sin E. Coli.
Hala, como primer post recetero ya es bastante! A ver si no es el último...
viernes, 27 de mayo de 2011
Por qué???
El otro día aprovechando que estaba de solterona en casa me vi una película de ésas que sólo puedo ver cuando estoy sola porque no son aptas para todos los gustos... Julie&Julia.
Trata de una treintañera (Julia / Julie...mmm.... quién era quién?) a la que le gusta cocinar, que está harta de su trabajo y que necesita un proyecto nuevo que le haga ilusión. Así que se dedica a cocinar todas las recetas de un libro de cocina (que ha escrito Julie / Julia), y a publicar el proceso en un blog, con el consecuente estallido de fama e histeria que se puede esperar.
Como yo llevaba mucho tiempo queriendo tener un recopilatorio de todas las recetas que encuentro online, que pruebo y que me gustan, y de las offline de amigos, familiares, y propias, pues resulta que la peli en cuestión me dio la motivación que me faltaba. Eso sí, yo no espero ser famosa como la Julie / Julia, prometo no ponerme histérica, sólo de vez en cuando y sólo cuando se me queme algo :-)
Trata de una treintañera (Julia / Julie...mmm.... quién era quién?) a la que le gusta cocinar, que está harta de su trabajo y que necesita un proyecto nuevo que le haga ilusión. Así que se dedica a cocinar todas las recetas de un libro de cocina (que ha escrito Julie / Julia), y a publicar el proceso en un blog, con el consecuente estallido de fama e histeria que se puede esperar.
Como yo llevaba mucho tiempo queriendo tener un recopilatorio de todas las recetas que encuentro online, que pruebo y que me gustan, y de las offline de amigos, familiares, y propias, pues resulta que la peli en cuestión me dio la motivación que me faltaba. Eso sí, yo no espero ser famosa como la Julie / Julia, prometo no ponerme histérica, sólo de vez en cuando y sólo cuando se me queme algo :-)
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